BAZO II, ‘víscera que está en el hipocondrio izquierdo’, sustantivación del anterior.

1.ª doc.: Baço ya en el Tratado de las Enfermedades de las Aves (fin S. XIII) p. p. B. Maler (Filologiskt Arkiv IV, 88); med. S. XIV, Sem Tob, copla 370.

También port. baço [Ctgs. 225.43 en rima con espĩaço]. Con -ç- en la Edad Media (Sem Tob, Nebr.) y pronunciado hoy con sorda en los pueblos de Cáceres que distinguen los dos matices de z (Espinosa, Arc. Dial., 40). Formas dialectales de interés: ast. bacíu, bacidu, ‘bazo’ (Rato) alto arag. banzo ‘bacera’ (RLiR XI, 103-4: ¿influjo de panza, pancho?). La forma banso en el sentido de ‘bazo (la viscera)’ la he oído en el catalán de Fraga. Es común en varios idiomas designar el bazo, por su color, con un adjetivo que significa ‘oscuro’: ár. ƫiɅâl ‘bazo’, propiamente ‘polvo de carbón’, galés dueg propiamente ‘negro’, esloveno vranica derivado de vran ‘cuervo’, ‘negro’ (y otros paralelos citados por Schuchardt, Sitzungsber. Berlin 1917, 169-70, y Spitzer Litbl. XXXVIII, 322). M. L. Wagner (ZRPh. LXIX, 387-8), teniendo en cuenta que pocos saben cuál es el color del bazo, se inclina a creer que la denominación castellana se la dieran los médicos medievales, que muchas veces sabían el árabe, donde ƫiɅâl ‘bazo’ deriva de ƫaɅil ‘negro, turbio’. Aunque no es inconcebible la etimología de Piel (AILC IV, 228), gr. Ƌπάτιον, diminutivo de ƚπαρ ‘hígado’, harían falta pruebas semánticas y documentales muy fuertes (que el autor no nos da) para apoyarla, y es una hipótesis perfectamente supérflua. Además choca con la ç sorda, del cast. antiguo.

DERIV.

Bacera ‘enfermedad del bazo’ [1545], minhoto baceira ‘fiebre carbuncosa de los animales’, ‘mancha de la cara’, ‘roseta encarnada con que nacen algunos niños’ (Piel, l. c., y p. 232n.13). Comp. EMBAZAR.